Teatro UC histórico

Resumen histórico

Fundación
17 de Octubre de 1943
Primera obra
"El peregrino" dirigido por Pedro Mortheiru.
Escuela de Arte Dramático UC
En 1945, bajo el alero del Teatro de Ensayo, se crea la Escuela de Arte Dramático UC.
Robustecimiento de los elencos
En 1947 se incorporan actrices y actores de larga trayectoria al elenco del Teatro de Ensayo.
Obras con más de 1.000 funciones
“La pérgola de las flores”, estrenada en 1960, estuvo en cartelera por cerca de 10 años, circulando tanto en el ámbito nacional como internacional.
Primera sala estable
El Teatro Camilo Henríquez, ubicado en Amunátegui 31, funciona como espacio de presentación del Teatro UC entre 1956 y 1973.
Sala estable en Plaza Ñuñoa
En 1974 la UC adquiere el Ex Cine Dante, para transformarlo en el actual Teatro UC.
Remodelación y creación de una segunda sala
En 1985 se remodela el edificio en Plaza Ñuñoa, dividiendo la gran sala del teatro en dos salas.
Nuevo modelo de gestión
A partir del 2005, bajo la dirección de Inés Stranger, se incorporan en la programación del Teatro UC, obras producidas externamente: las “compañías invitadas”.
Obras presentadas desde 1943
Hasta finales de 2019, más de 300 obras se han presentado, entre producciones propias y compañías invitadas.

Breve recorrido de los 77 años del Teatro UC 

A comienzos de la década del ‘40, en un contexto donde las nuevas tecnologías de la comunicación aún no tenían un impacto radical en la sociedad chilena, varios grupos de jóvenes, en su mayoría universitarios, soñaban con un teatro que pusiera en escena una dramaturgia innovadora, discusiones profundas y nuevas formas estéticas. Una de estas agrupaciones conformó el Teatro de Ensayo de la Universidad Católica. El 17 de octubre de 1943, se presentó en Santiago por primera vez el auto sacramental El Peregrino, dirigido por Pedro Mortheiru, basado en el texto de Josef de Valdivielso, con diseño de vestuario de Fernando Debesa y diseño escenográfico de Pablo Burchard. Muchos de los integrantes de este colectivo fundador provenían del mundo de la arquitectura, presentando una particular sensibilidad a partir de elementos más bien plásticos. 

En 1945, el colectivo fundador del Teatro de Ensayo, dió paso a la creación de la Escuela de Arte Dramático de la Universidad Católica, lo que permitió formar y perfeccionar a los actores y actrices que deseaban ser parte de la compañía. No era aún una escuela universitaria propiamente tal y estaba adscrita en ese entonces al área de extensión de la Universidad Católica. Sin embargo, junto a otros teatros universitarios del mismo período, como el Teatro de la Universidad de Chile, creado en 1941 y el Teatro de la Universidad de Concepción en 1945, comienzan a cambiar la manera de entender la función y el espíritu del teatro que se realizaba en Chile. En 1947, con miras a la profesionalización del trabajo desarrollado, se incorporó a actrices y actores de larga trayectoria en el contexto nacional, entre los que destaca la actriz Ana González, quienes interactuaron con los elencos que eran formados por la Escuela de Arte Dramático UC. Hasta 1954, se presentaron 28 montajes escénicos, principalmente en la sala del Teatro Municipal de Santiago como lugar de estreno. En aquellos años, las dramaturgias que se montaban bajo dirección nacional provenían de textos europeos y norteamericanos. 

En 1954 el director, actor y abogado Eugenio Dittborn, asumió la dirección del Teatro de Ensayo UC, cargo que ejerció por cerca de 25 años. Bajo su gestión en el año 1956, el Teatro de Ensayo logró arrendar su primera sala propia; la sala Camilo Henríquez, ubicada en Amunátegui 31. Luego en el año 1974, se adquirió el edificio en el que funcionaba originalmente el Cine Dante entre los años 1948 y 1974, y se reestructuró el espacio para que pudiera dar cabida a la oferta teatral. Este teatro, con dos salas, se encuentra activo hasta hoy y está ubicado en plena Plaza Ñuñoa. 

Hito indiscutido de la década de los ‘60 es el premiado montaje La Pérgola de las Flores, escrita por Isidora Aguirre con música de Francisco Flores del Campo, que estuvo en circulación por cerca de una década y giró tanto en el territorio nacional como internacional. En este período, se consolida una institución con departamentos de trabajos extensivos, desde el equipo administrativo al creativo, contando con un contingente estable de técnicos, directivos y artistas; lo que posibilitó una estabilidad y la realización de una oferta artística contundente. Durante esta década se realizó un importante trabajo basado en dramaturgias nacionales, entre los que se cuentan Versos de ciego, Dionisio, El Tony chico, La Niña en la palomera o Topografía de un desnudo, aportando a la consolidación de autores como Luis Alberto Heriemans, Alejandro Sieveking o Jorge Díaz.  

Tras la dictadura militar de 1973, y lo que se ha denominado como el apagón cultural en Chile, el escenario cultural cambió radicalmente. En este contexto, el Teatro de la Universidad Católica sufrió una completa reestructuración, y diversas modificaciones, también gatilladas por los cambios en la Escuela de Teatro UC de aquel entonces. En este tiempo se presentan diversos montajes clásicos de la dramaturgia universal, como La vida es sueño, Hamlet, El burgués gentilhombre, entre otras. Gracias a estos textos clásicos era posible realizar una reflexión crítica de la contingencia, a través de historias que remitían a un contexto lejano al Chile actual, pero que simbólicamente otorgaban una perspectiva aguda de la situación sociopolítica que se estaba viviendo en el país. A la par de estos montajes, y poco a poco, se fue instalando el trabajo de dramaturgos nacionales, que tampoco fueron exentos de polémicas. Conocido es el caso del montaje censurado en 1978 por las autoridades universitarias de aquel entonces: Lo crudo, lo cocido, lo podrido, que finalmente tuvo que ser puesta en circulación en otra sala de la Región Metropolitana. 

A finales de los años setenta se consolidaron importantes proyectos de producción asociados a la escena nacional. En 1977, se crea junto al Ministerio de Educación, el Teatro Itinerante, donde participan importantes artistas nacionales como Andrés Pérez o Alfredo Castro. El mismo año, se crea el Festival de Teatro del Parque Bustamante. 

Eugenio Dittborn falleció en 1979 tras dirigir por cerca de 25 años el Teatro UC. Sin lugar a duda marcó una fase importante de este teatro, caracterizada por un fuerte impulso de circulación de las puestas en escena, incluso con la internacionalización de varias de sus producciones, la puesta en valor de la dramaturgia chilena además de la revisita de clásicos universales, y la destreza para mantener abierta la sala de teatro durante los años más álgidos de la dictadura. Posteriormente su cargo es asumido por importantes artistas, investigadores o gestores de la escena nacional como Paz Yrarrázaval, Ramón López, Ramón Nuñez, Inés Stranger, Mario Costa, Pamela López, Andrés Kalawski, Verónica Tapia y Gabriela Aguilera. 

Pese al contexto sociopolítico y situaciones aisladas de directa censura como el caso de Lo crudo, lo cocido, lo podrido mencionado anteriormente, durante los años ochenta el Teatro UC volvió a proponer repertorios basados en dramaturgias nacionales. Entre estas producciones destacan La balsa de la medusa de Egon Wolff, o El pueblo del mal amor de Juan Radrigán. Además, comienzan a surgir colectivos que instalan nuevos lenguajes escénicos a través del trabajo experimental como la obra No +

En el año 1985 se realizó una nueva remodelación del edificio del Teatro UC, construyendo una segunda sala con capacidad para 270 butacas, en lo que originalmente era el palco con balcón del ex Cine Dante. La creación de esta nueva sala, que ha sido bautizada con el nombre de Eugenio Dittborn, ha permitido diversificar la presentación de montajes teatrales y consolidar con ello, una oferta dirigida especialmente a públicos escolares. 

En el año 2005, la dirección del teatro fue asumida por Inés Stranger, quien encabezó un modelo de gestión que amplió la oferta programática a través no sólo de la presentación de producciones propias, sino también de un sistema híbrido de coproducciones y compañías invitadas. A partir de ello, diversas agrupaciones formaron parte de la cartelera como Teatro fin de siglo, Teatro la María, La Provincia, Teatro Cinema, entre otras. En continuidad al trabajo con estudiantes realizado en las décadas anteriores, se dio un profundo interés por la formación de nuevas audiencias, creando montajes dirigidos especialmente para público escolar generando, además, un trabajo de mediación artístico cultural innovador para la época. 

El Teatro UC, que ha sido conocido por diversos nombres: Teatro de la Universidad Católica o TEUC, o en sus inicios Teatro de Ensayo de la Universidad Católica, ha sufrido infinitos cambios en sus cerca de 8 décadas de historia. Todos los cambios y propuestas a lo largo de sus años obedecen a las formas en las cuales el teatro se ha adaptado a los distintos contextos socioculturales del país. La conducción del teatro UC depende de la Escuela de Teatro UC y gracias a un equipo de más de 30 personas, recibe a cerca de 50.000 espectadores y programa alrededor de 15 montajes cada año, en sus dos salas ubicadas en Jorge Washington 26 de la comuna de Ñuñoa. El Teatro UC es uno de los teatros más antiguos a nivel nacional, han confluido muchísimos artistas y trabajadores de las artes escénicas que han aportado con su imaginario a la construcción de una organización emblemática y consolidada. Desde la actuación, el diseño, la realización, la dirección, la música, la dramaturgia o la gestión, la comunidad teatral ha tenido en este espacio un lugar de desarrollo, valoración y encuentro con los públicos.